La distancia es a el amor lo que el viento es para el fuego: apaga los pequeños, pero aviva los más grandes.
lunes, 10 de junio de 2013
Arcana
Se enredaban mis dedos entre esperanzas, que morían en tu cuello, que brotaban de tus labios.
La noche azul que caía sobre el mundo; y sobre mis brazos te sostuve, serena e ingenua,
Callando el sollozo de un alma impávida con miedo a soñar;
Se encendía, sano, el sol entre mis manos.
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